domingo, 22 de enero de 2012

Depresión Infantil    

 


La depresión infantil puede definirse como una situación afectiva de tristeza mayor en intensidad y duración que ocurre en un niño.

Los niños también pueden sufrir depresión y  se puede presentar en distintos grados y duración. Se le puede calificar como enfermedad cuando permanece por un largo tiempo e interfiere con la actividad del niño.

Cuando un niño ha experimentado alguna perdida, esta viviendo algún proceso de abuso ya sea físico, emocional o sexual, maltrato, y en general vive con mucha ansiedad, o con mucho miedo, es propenso a caer en un cuadro de depresión.

 Síntomas:

- Falta de sentido del humor
- Tristeza persistente
- Llanto fácil o excesivo
- Pensamientos suicidas
- Desesperanza
- Falta de interés, y peor si es ante actividades que antes disfrutaba
- Falta de energía y animo
- Incapacidad para disfrutar de cosas propias de su edad
- Problemas de alimentación; comer en exceso o falta de apetito
- Malestares físicos sin razón aparente
- Problemas de atención
- Deterioro en el rendimiento escolar
- Aislamiento
- Hostilidad sin razón aparente
- Baja autoestima
- Poca seguridad en si mismo
- Poca tolerancia al fracaso
- Poca tolerancia al rechazo
- Irritabilidad


El rendimiento escolar puede ser síntoma o bien puede ser motivo, para presentar un cuadro depresivo. La escuela marca el primer compromiso y responsabilidad del niño en su vida y ante la sociedad, lo que es causa especial de estrés debido a la presión por tener un rendimiento adecuado.

O bien, si en el núcleo familiar o cualquier otro ámbito donde el niño participe le presenta un cuadro depresivo, se puede ver reflejado en el rendimiento escolar del niño.


También es necesario mencionar que la depresión no siempre tiene su origen en factores propios de la familia o del ambiente que le rodea, sino que también puede deberse a problemas neurológicos y endocrinológicos.

Tratamiento

El tratamiento de la depresión infantil ante todo debe ser individualizado, adaptado a cada caso en particular y a la fase del desarrollo que se encuentra el niño, en base a: su funcionamiento cognitivo, su maduración social y su capacidad de mantener la atención.

Debe además involucrar de una manera activa a los padres, y realizar intervenciones hacia el entorno del niño (familiar, social y escolar). El tratamiento se divide en tratamiento de fase aguda y fase de mantenimiento. El tratamiento en Fase Aguda, incluye: Psicológico, Farmacológico y Combinado.

Tratar con un cuadro de depresión puede ser difícil, sobre todo si el origen se encuentra al interior del núcleo familiar. En casos graves la depresión puede llegar al suicidio. Es por ello que lo más aconsejable es que si se sospecha de un cuadro de depresión en el niño se recurra a buscar ayuda profesional


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